El mismo se caracteriza por el uso de líneas simples y bien definidas. En el caso de estas cocinas se optó por la elección de líneas rectas en casi la totalidad del ambiente. Otra de las premisas de este estilo es el despojo. Es justamente por esto que se trata de ambientes sin muchos ornamentos, limpios y prolijos que buscan brindar confort sin recurrir a excesos. Los colores preferidos del estilo moderno son los neutros. Tonos como el beige (Sequim, SW 6394), el gris (Sensible Hue, SW 6198) o el blanco (Ibis White, SW 7000) se encuentran a la orden del día. Sin embargo no son las únicas opciones posibles. Una variante muy popular del estilo moderno es decantarse por el uso de un color llamativo como el rojo (Positive Red, SW 6871).
La grifería, el mobiliario y los electrodomésticos que acompañan este estilo decorativo deben regirse por la premisa de lo “último”. Es justamente por esto que este tipo de decoración resulta muy atractiva para los amantes de la tecnología.